miércoles, 30 de julio de 2014
domingo, 20 de julio de 2014
sábado, 5 de julio de 2014
Hablando de dentistas y traiciones... :P
La situación fue simple, un día
me dolió una muela y tenía caries… según dijo una dentista, pero no le di
importancia y lo dejé pasar.
Años después se me recomendó una
limpieza… no le i importancia y lo dejé pasar.
Años más tarde me dolía en ocasiones
y se quitaba igual… lo dejé pasar.
Cuando comencé con mi novia,
llegó un día en que me dolió toda una noche… y un pedazo de muela se me cayó…
obvio no le iba a mostrar “esa debilidad” a la mujer que, considero, la más
fuerte y valiente del mundo. Y aguanté, para dejarlo pasar una vez más…
Hace un año no pude esconder mi
dolor… se me hinchó el cachete de tal manera que era difícil negar que algo
andaba mal con mi muela, sin contar con que el dolor era insoportable. Pensé
seriamente en esa ocasión visitar un dentista. Pero un par de días con
analgésicos y antibióticos y el dolor e inflamación pasó… una vez más lo dejé
pasar. Pero bueno, para entonces ya mi novia lo sabía todo!!! Oso total!
Este año, dado el deseo de tener
un bebé y las “dificultades” para tenerlo… decidí conseguir servicios de salud
para mi (para ahorrar en consultas previas, etc, además de comenzar a hacer las
cosas realmente bien, estando sana para su llegada) y por esos días mi muela
daba avisos de querer volver a dar lata…
Ok, decidido, mi primera consulta
sería la dental… además de que obviamente, no quiero perder ningún diente con
el embarazo, es mejor estar bien, porque un diente puede hacer estragos en todo
el cuerpo. Y bueno… después de unas tres sesiones e limpieza, y un tratamiento
de 7 días con antibióticos, estaba lista para una extracción de lo que restaba
de la muela que se había roto anteriormente y me estuvo evidenciando ante mi
mujer.
El miedo fue inevitable, las
agujas en mi boca era algo que recordaba con mucho dolor. Pero afortunadamente
la dentista una maravilla, dolió lo mínimo, y el procedimiento, pese a que ella
auguraba sería tardado y un tanto complicado por la posición, el tiempo que
tardé en tratar y demás… fue por demás muy rápido, 25 minutos y estaba lista
para irme J…
sólo me dijo un par de cosas que aún me hacen ruido… y que no debo olvidar.
Antes de la intervención me dijo
que podría ser esa muela la causante de dolores de cabeza, visión borrosa,
tronar de la mandíbula y hasta una ligera sordera (todo lo cual padecí en meses
atrás). Después de la extracción mencionó que había tejido adicional que se
estaba encapsulando, esto era por la infección, ese tejido estaba por convertirse
en quiste. Una vez que esto ocurriera lo de menos era una complicación más a la
intervención, la cual hubiera sido más delicada, quizá hubiese podido afectar
la mandíbula, derivando entonces en una “deformidad ósea” (algo así, que podía
haberme dado problemas no tanto estéticos sino funcionales). Y lo más grave… si
la infección o quiste crecía, podría afectar ganglios… y pasarse a todo el
cuerpo, etc. etc… no ahondó más en ello, sin embargo concluyó con un: “mi
hermano murió de eso, una muela”. UPS! Y dijo que apenas fui a tiempo, sólo hay
que ver como transcurren estos días donde debo tener varias precauciones. Y
saber si ya con eso concluye este calvario odontológico o aún falta alguna otra
intervención, porque esto se estaba pasando a otra muela, que aunque parece no
estar en realidad afectada, hay que observarla hasta terminar el tratamiento.
Moraleja…no dejar pasar nada por mínimo que parezca…todo necesita ser resuelto oportunamente para evitar que “se enquiste”… dígase muelas, dolores, sensaciones… sentimientos, problemas, discusiones, etc. etc. etc.
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